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- Avión roquero (Ptyonoprogne rupestris)
Orden: Passeriformes Familia: Hirundinidae Longitud: 14 cm Envergadura: 33 cm Esta discreta golondrina, de tonos pardos y hábitos rupícolas, es la única presente todo el año en España. Nidifica en roquedos, así como en construcciones rurales, sobre todo puentes, y, recientemente, en núcleos urbanos. En invierno se reúne en dormideros, a veces integrados por miles de ejemplares, y desciende de las montañas a costas y humedales. Sus nidos se parecen mucho a los de golondrina común. Su apariencia más habitual es la de un pájaro pardo que vuela, con incesantes idas y venidas, junto a riscos y acantilados. Identificación El avión roquero es la mayor golondrina española, aunque sólo un poco más grande que el resto. Exhibe un aspecto general pardo poco contrastado, con partes superiores de color pardo mate e inferiores de color pardo claro y límites difusos entre ambas. Sus alas, largas y apuntadas, destacan en vuelo por el color casi negro de la parte inferior y anterior. La cola, corta y sin horquilla, muestra una línea de manchas blancas, visibles solamente cuando está abierta. Tiene patas cortas y sin emplumar, boca muy ancha, y pico corto, plano y negro. La garganta es casi blanca, con algunas estrías oscuras. Se distingue del avión zapador porque este último presenta una ancha banda parda en el pecho. Ambos sexos son iguales. Los jóvenes, muy similares a los adultos, exhiben plumas ribeteadas en crema y una garganta más clara, con moteado difuso. Aunque esta ave suele observarse en vuelo y en grupos, no es raro verla posada, sobre todo en dormideros y descansaderos invernales. Se trata de la única golondrina residente en España. Canto Consiste en una secuencia sencilla de trinos suaves encadenados. Menos vocal que otras golondrinas, emite varios reclamos y llamadas muy simples: prrt o güiii. Como especie reproductora ocupa una estrecha banda de Eurasia, que abarca desde la cuenca mediterránea hasta China. En invierno aparece en pequeñas áreas de India y África. No presenta subespecies. En España El avión roquero ocupa la Península, Mallorca y Ceuta, siempre con ausencia en zonas llanas (ambas Mesetas y en las vegas de los grandes ríos), si bien puede ocupar también cursos fluviales escarpados, infraestructuras y edificios rurales y urbanos. En invierno abandona las zonas más frías y de montaña para concentrarse principalmente en el litoral mediterráneo entre Cádiz y Castellón. - Avión roquero (Ptyonoprogne rupestris)
Orden: Passeriformes Familia: Hirundinidae Longitud: 14 cm Envergadura: 33 cm Esta discreta golondrina, de tonos pardos y hábitos rupícolas, es la única presente todo el año en España. Nidifica en roquedos, así como en construcciones rurales, sobre todo puentes, y, recientemente, en núcleos urbanos. En invierno se reúne en dormideros, a veces integrados por miles de ejemplares, y desciende de las montañas a costas y humedales. Sus nidos se parecen mucho a los de golondrina común. Su apariencia más habitual es la de un pájaro pardo que vuela, con incesantes idas y venidas, junto a riscos y acantilados. Identificación El avión roquero es la mayor golondrina española, aunque sólo un poco más grande que el resto. Exhibe un aspecto general pardo poco contrastado, con partes superiores de color pardo mate e inferiores de color pardo claro y límites difusos entre ambas. Sus alas, largas y apuntadas, destacan en vuelo por el color casi negro de la parte inferior y anterior. La cola, corta y sin horquilla, muestra una línea de manchas blancas, visibles solamente cuando está abierta. Tiene patas cortas y sin emplumar, boca muy ancha, y pico corto, plano y negro. La garganta es casi blanca, con algunas estrías oscuras. Se distingue del avión zapador porque este último presenta una ancha banda parda en el pecho. Ambos sexos son iguales. Los jóvenes, muy similares a los adultos, exhiben plumas ribeteadas en crema y una garganta más clara, con moteado difuso. Aunque esta ave suele observarse en vuelo y en grupos, no es raro verla posada, sobre todo en dormideros y descansaderos invernales. Se trata de la única golondrina residente en España. Canto Consiste en una secuencia sencilla de trinos suaves encadenados. Menos vocal que otras golondrinas, emite varios reclamos y llamadas muy simples: prrt o güiii. Como especie reproductora ocupa una estrecha banda de Eurasia, que abarca desde la cuenca mediterránea hasta China. En invierno aparece en pequeñas áreas de India y África. No presenta subespecies. En España El avión roquero ocupa la Península, Mallorca y Ceuta, siempre con ausencia en zonas llanas (ambas Mesetas y en las vegas de los grandes ríos), si bien puede ocupar también cursos fluviales escarpados, infraestructuras y edificios rurales y urbanos. En invierno abandona las zonas más frías y de montaña para concentrarse principalmente en el litoral mediterráneo entre Cádiz y Castellón. - Pardillo común (Linaria cannabina)
Orden: Passeriformes Familia: Fringillidae Longitud: 13 cm Envergadura: 21-25 cm El pardillo común es un ave pequeña y gregaria, bastante abundante en una gran variedad de hábitats. Aunque es algo difícil de reconocer por su coloración invernal, resulta, en cambio, muy fácil de detectar por su reclamo en vuelo o por el llamativo color carmín de los machos en primavera. Habita en ambientes abiertos, donde se mezcla con otras aves consumidoras de semillas (granívoras). Identificación El pardillo es un pájaro estilizado, delgado, de pico corto y con cola larga y escotada. Su plumaje tiene color pardo en el dorso y ocre muy pálido en los flancos y el vientre. Presenta pintas alargadas o estrías, mucho más abundantes y visibles en las hembras. Además, los machos resultan inconfundibles en primavera, pues lucen un llamativo color carmín en la frente y el pecho. En vuelo, ambos sexos y los jóvenes del año muestran una débil pero perceptible mancha blanca, que destaca sobre el color negruzco de sus alas. Asimismo, el par de plumas externo de la cola es de color blanco. Tanto las hembras como los jóvenes del año, por su plumaje poco llamativo, se pueden confundir con bisbitas pratenses o con hembras y jóvenes de escribanos. No obstante, los bisbitas tienen un pico fino y largo y “caminan”, mientras que los pardillos, como el resto de los fringílidos, “saltan” cuando se desplazan por el suelo. A su vez, la costumbre de los pardillos de buscar el alimento en el suelo los diferencia de los escribanos, a los que se observa habitualmente posados en ramas de arbustos. Los escribanos, son, además, de talla mayor y menos gregarios que los pardillos. Fuera de la época reproductora, el pardillo común se mueve en grandes bandos, que muchas veces son mixtos, pues se mezcla con otros fringílidos, como verdecillos, jilgueros, verderones comunes, lúganos, etc. Canto En vuelo emite un relamo muy característico, compuesto por dos notas (chii-chie), que repite con insistencia. El canto de los machos, mucho más elaborado, combina chirridos y gorgojeos que pueden recordar a algunas notas del verderón común. Es un ave ampliamente extendida por Eurasia, para la que se han descrito varias subespecies. Habita en gran parte de Europa, salvo en la mitad norte de Escandinavia y en la región más septentrional de Rusia. Por el este llega hasta China, y hacia el sur aparece en Israel, el noroeste de África y en las islas Canarias. En España El pardillo común se encuentra por toda la Península y está presente en todas las islas de los archipiélagos de Canarias y Baleares. Solo falta en época de invernada en de terminados puntos del litoral y cordillera cantábricos y Pirineos. En la Península se admite únicamente la subespecie cannabina, aunque también se ha citado la subespecie mediterranea. Por otra parte, para Canarias se reconocen las subespecies dewaldoi y harterti. - Busardo ratonero (Buteo buteo)
Orden: Accipitriformes Familia: Accipitridae Longitud: 46-58 cm Envergadura: 110-132 cm Probablemente, la clave del éxito de una de las rapaces más abundantes de Europa sea la absoluta falta de especialización en cualquiera de las facetas de su biología. En efecto, el busardo ratonero es un ave acomodaticia, que puede reproducirse satisfactoriamente en infinidad de hábitats y de climas, que preda sobre un espectro amplísimo de la fauna local y que manifiesta una notable tolerancia hacia el hombre y las modificaciones que este impone en el medio. Identificación Es una rapaz de mediano tamaño, complexión robusta y coloración muy variable, que posee un aspecto bastante rechoncho cuando se la observa posada. En vuelo exhibe unas alas relativamente cortas y muy anchas y una cola no demasiado larga, que frecuentemente despliega en abanico, gracias a lo cual el ave puede practicar durante largo rato un vuelo sostenido que alterna con cernidos ocasionales. Su plumaje presenta numerosas variaciones individuales, por lo que se pueden observar desde individuos muy claros hasta ejemplares bastante oscuros. No obstante, la coloración más típica del adulto es de un tono marronáceo bastante homogéneo en las regiones dorsales y ligeramente más clara en las ventrales, donde aparece una franja pectoral blanquecina de desigual extensión. En vuelo se hacen patentes unas amplias manchas relativamente claras, muy barradas, coincidentes con las rémiges primarias y secundarias en su cara ventral. Las alas muestran el borde posterior recorrido por una banda oscura, al igual que la cola, que puede aparecer variablemente barrada. El joven presenta las partes inferiores de desiguales tonos marrones y las coberteras dorsales con bordes pálidos; además, su cola está finamente barrada, pero carece de la ancha banda terminal propia de los adultos. Visto ventralmente, no se aprecia con nitidez el reborde posterior oscuro de las alas, y tanto estas como el cuerpo dan la sensación de estar más estriados que barrados. Finalmente, a diferencia de los adultos, que poseen el iris de color oscuro, el del joven es bastante claro. Canto En vuelo emite con frecuencia un grito característico parecido a un maullido: piiiii aaaa. La especie se reproduce en gran parte de Europa, la región macaronésica y una franja que recorre la zona intermedia del continente asiático hasta Japón, además de en otras dos áreas separadas de las anteriores: una entre los mares Negro y Caspio y otra al norte de la India. Se han descrito varias subespecies. En España Es una rapaz común y bastante extendida por nuestro territorio, donde ocupa casi toda la Península y Canarias (a excepción de la isla de Lanzarote), aunque está ausente de Baleares, Ceuta y Melilla. Resulta más frecuente, no obstante, en el cuadrante noroccidental, País Vasco, Navarra, Cataluña, Extremadura y Andalucía occidental, mientras que escasea hacia el Mediterráneo y en el sureste. En la Península aparece la subespecie buteo, esto es, la misma que se extiende por gran parte de Europa, mientras que en Canarias contamos con insularum, una subespecie endémica distribuida por todas las islas a excepción de Lanzarote. En paso y a lo largo de la invernada podrían llegar a nuestro territorio algunos individuos de la subespecie vulpinus, o ratonero de estepa, originario de regiones situadas al norte y al este de las ocupadas por buteo. En invierno recibimos un buen número de aves europeas, que se distribuyen por diferentes regiones del país, si bien las mayores densidades se registran en el valle del Ebro, el País Vasco, Extremadura y algunos puntos de Castilla y León. - Busardo ratonero (Buteo buteo)
Orden: Accipitriformes Familia: Accipitridae Longitud: 46-58 cm Envergadura: 110-132 cm Probablemente, la clave del éxito de una de las rapaces más abundantes de Europa sea la absoluta falta de especialización en cualquiera de las facetas de su biología. En efecto, el busardo ratonero es un ave acomodaticia, que puede reproducirse satisfactoriamente en infinidad de hábitats y de climas, que preda sobre un espectro amplísimo de la fauna local y que manifiesta una notable tolerancia hacia el hombre y las modificaciones que este impone en el medio. Identificación Es una rapaz de mediano tamaño, complexión robusta y coloración muy variable, que posee un aspecto bastante rechoncho cuando se la observa posada. En vuelo exhibe unas alas relativamente cortas y muy anchas y una cola no demasiado larga, que frecuentemente despliega en abanico, gracias a lo cual el ave puede practicar durante largo rato un vuelo sostenido que alterna con cernidos ocasionales. Su plumaje presenta numerosas variaciones individuales, por lo que se pueden observar desde individuos muy claros hasta ejemplares bastante oscuros. No obstante, la coloración más típica del adulto es de un tono marronáceo bastante homogéneo en las regiones dorsales y ligeramente más clara en las ventrales, donde aparece una franja pectoral blanquecina de desigual extensión. En vuelo se hacen patentes unas amplias manchas relativamente claras, muy barradas, coincidentes con las rémiges primarias y secundarias en su cara ventral. Las alas muestran el borde posterior recorrido por una banda oscura, al igual que la cola, que puede aparecer variablemente barrada. El joven presenta las partes inferiores de desiguales tonos marrones y las coberteras dorsales con bordes pálidos; además, su cola está finamente barrada, pero carece de la ancha banda terminal propia de los adultos. Visto ventralmente, no se aprecia con nitidez el reborde posterior oscuro de las alas, y tanto estas como el cuerpo dan la sensación de estar más estriados que barrados. Finalmente, a diferencia de los adultos, que poseen el iris de color oscuro, el del joven es bastante claro. Canto En vuelo emite con frecuencia un grito característico parecido a un maullido: piiiii aaaa. La especie se reproduce en gran parte de Europa, la región macaronésica y una franja que recorre la zona intermedia del continente asiático hasta Japón, además de en otras dos áreas separadas de las anteriores: una entre los mares Negro y Caspio y otra al norte de la India. Se han descrito varias subespecies. En España Es una rapaz común y bastante extendida por nuestro territorio, donde ocupa casi toda la Península y Canarias (a excepción de la isla de Lanzarote), aunque está ausente de Baleares, Ceuta y Melilla. Resulta más frecuente, no obstante, en el cuadrante noroccidental, País Vasco, Navarra, Cataluña, Extremadura y Andalucía occidental, mientras que escasea hacia el Mediterráneo y en el sureste. En la Península aparece la subespecie buteo, esto es, la misma que se extiende por gran parte de Europa, mientras que en Canarias contamos con insularum, una subespecie endémica distribuida por todas las islas a excepción de Lanzarote. En paso y a lo largo de la invernada podrían llegar a nuestro territorio algunos individuos de la subespecie vulpinus, o ratonero de estepa, originario de regiones situadas al norte y al este de las ocupadas por buteo. En invierno recibimos un buen número de aves europeas, que se distribuyen por diferentes regiones del país, si bien las mayores densidades se registran en el valle del Ebro, el País Vasco, Extremadura y algunos puntos de Castilla y León. - Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca)
Orden: Passeriformes Familia: Muscicapidae Longitud: 12-13 cm Envergadura: 21,5-24 cm El papamoscas cerrojillo es una especie que en nuestras latitudes cría en zonas forestales de varios macizos montañosos, aunque a lo largo de la época de paso, que comienza en septiembre, resulta muy frecuente en los más diversos hábitats. Consumado insectívoro y de hábitos trogloditas a la hora de nidificar, este pequeño pájaro precisa de huecos para criar, por lo que para favorecer sus poblaciones es conveniente colocar cajas nido, que la especie acepta muy fácilmente. Identificación El papamoscas cerrojillo es un paseriforme de pequeño tamaño, cuerpo compacto, cabeza ancha y pico fino. Fuera de la época de reproducción no hay diferencias entre los sexos en lo que al plumaje se refiere, ya que ambos lo poseen de color pardo claro por el dorso y blanco ocre en las partes inferiores. Los ojos, las patas y el pico son negros. En primavera, los machos adquieren un plumaje nupcial negro o marrón muy oscuro en las partes superiores, con una llamativa mancha blanca en la frente y un extenso panel blanco en las alas. Las partes inferiores se aclaran hasta adquirir un color blanco puro. A menudo queda algún resto de plumaje pardo en la cabeza o en las coberteras del hombro. La hembra en cambio mantiene las partes superiores pardas, carecen de la mancha blanca en la frente y su panel alar es más discreto. Los jóvenes recién salidos del nido, por su parte, presentan un plumaje, en general, muy moteado de marrón claro y pardo, con aspecto escamoso. Canto La voz de alarma consiste en un repetido y nervioso pik, pik, pik, corto y metálico. El canto del macho es un trino rítmico, algo gorjeante, con repentinos cambios de tono tras una secuencia disilábica. La especie se reparte de modo uniforme por el norte y centro de Europa y la mitad occidental de Asia. En la región mediterránea y sur de Asia, sin embargo, aparece de forma fragmentaria, pues se restringe a las regiones montañosas. Se han descrito varias subespecies. En España El papamoscas cerrojillo se circunscribe como especie reproductora a las principales cadenas montañosas que rodean la meseta norte: el Sistema Ibérico, el Sistema Central y la Cordillera Cantábrica, con poblaciones regulares también en el Pirineo navarro. Pese a existir diversas observaciones en momentos y lugares adecuados (Sierra Nevada, Sierra Morena, algunas áreas de Levante, Aragón o Cataluña), no se ha podido constatar su reproducción más que de forma puntual. Falta en ambos archipiélagos, Ceuta y Melilla, donde sí se observa en paso. La especie ha sufrido en los últimos años una fuerte regresión en su distribución, habiendo desaparecido las poblaciones asturianas y leonesas más occidentales, así como en el extremo norte del sistema Ibérico y la mitad oriental del sistema Central. En la Península aparece la subespecie iberiae. - Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca)
Orden: Passeriformes Familia: Muscicapidae Longitud: 12-13 cm Envergadura: 21,5-24 cm El papamoscas cerrojillo es una especie que en nuestras latitudes cría en zonas forestales de varios macizos montañosos, aunque a lo largo de la época de paso, que comienza en septiembre, resulta muy frecuente en los más diversos hábitats. Consumado insectívoro y de hábitos trogloditas a la hora de nidificar, este pequeño pájaro precisa de huecos para criar, por lo que para favorecer sus poblaciones es conveniente colocar cajas nido, que la especie acepta muy fácilmente. Identificación El papamoscas cerrojillo es un paseriforme de pequeño tamaño, cuerpo compacto, cabeza ancha y pico fino. Fuera de la época de reproducción no hay diferencias entre los sexos en lo que al plumaje se refiere, ya que ambos lo poseen de color pardo claro por el dorso y blanco ocre en las partes inferiores. Los ojos, las patas y el pico son negros. En primavera, los machos adquieren un plumaje nupcial negro o marrón muy oscuro en las partes superiores, con una llamativa mancha blanca en la frente y un extenso panel blanco en las alas. Las partes inferiores se aclaran hasta adquirir un color blanco puro. A menudo queda algún resto de plumaje pardo en la cabeza o en las coberteras del hombro. La hembra en cambio mantiene las partes superiores pardas, carecen de la mancha blanca en la frente y su panel alar es más discreto. Los jóvenes recién salidos del nido, por su parte, presentan un plumaje, en general, muy moteado de marrón claro y pardo, con aspecto escamoso. Canto La voz de alarma consiste en un repetido y nervioso pik, pik, pik, corto y metálico. El canto del macho es un trino rítmico, algo gorjeante, con repentinos cambios de tono tras una secuencia disilábica. La especie se reparte de modo uniforme por el norte y centro de Europa y la mitad occidental de Asia. En la región mediterránea y sur de Asia, sin embargo, aparece de forma fragmentaria, pues se restringe a las regiones montañosas. Se han descrito varias subespecies. En España El papamoscas cerrojillo se circunscribe como especie reproductora a las principales cadenas montañosas que rodean la meseta norte: el Sistema Ibérico, el Sistema Central y la Cordillera Cantábrica, con poblaciones regulares también en el Pirineo navarro. Pese a existir diversas observaciones en momentos y lugares adecuados (Sierra Nevada, Sierra Morena, algunas áreas de Levante, Aragón o Cataluña), no se ha podido constatar su reproducción más que de forma puntual. Falta en ambos archipiélagos, Ceuta y Melilla, donde sí se observa en paso. La especie ha sufrido en los últimos años una fuerte regresión en su distribución, habiendo desaparecido las poblaciones asturianas y leonesas más occidentales, así como en el extremo norte del sistema Ibérico y la mitad oriental del sistema Central. En la Península aparece la subespecie iberiae. - Abubilla común (Upupa epops)
Orden: Bucerotiformes Familia: Upupidae Longitud: 27 cm Envergadura: 44-48 cm Se trata de una de las aves más populares de la España mediterránea, muy abundante en las dehesas de la mitad meridional. Su característico reclamo, su llamativo penacho de plumas y su vuelo errático y ondulante la hacen fácilmente reconocible. Pese a ser una especie migradora transahariana, parte de la población reside todo el año en las regiones peninsulares más cálidas, así como en Baleares y Canarias, territorios que también acogen individuos europeos invernantes. Identificación La abubilla común es un ave de aspecto inconfundible, con tonos ocres en la mitad anterior del cuerpo, y listas negras y blancas en la mitad posterior del dorso. Pese a que ambos sexos resultan muy similares, el macho posee el color anaranjado del pecho de un tono más intenso. La abubilla luce en su cabeza una llamativa cresta, de color ocre y con las puntas negras, que suele desplegar al posarse, cuando está inquieta o durante el cortejo. Tiene el pico largo y ligeramente curvado, y una cola amplia y negra, atravesada por una banda blanca. En vuelo presenta alas blanquinegras, muy anchas y redondeadas. Los aleteos son irregulares y describe ligeras ondulaciones en su trayectoria. Canto Su canto es un característico up-pu-pu-pu, grave y de largo alcance, que ha dado lugar a su nombre latín (Upupa). En momentos de excitación emite también un grito áspero y ruidoso: schiir. La abubilla común ocupa gran parte del Paleártico, desde las islas Canarias, en el oeste, hasta la costa pacífica de China, en el este. Por el sur alcanza el norte de África, Turquía y la India, y evita las latitudes norteñas. De las varias subespecies reconocidas, epops es la que está presente en Europa. En España Se localiza en casi toda la Península, salvo en la franja cantábrica. No obstante, resulta más escasa en zonas de montaña y de clima húmedo, ya que la pluviosidad elevada reduce considerablemente su éxito reproductor. Aparece también como residente en las islas Canarias y Baleares, y se ha confirmado su reproducción en Melilla, aunque no en Ceuta. - Abubilla común (Upupa epops)
Orden: Bucerotiformes Familia: Upupidae Longitud: 27 cm Envergadura: 44-48 cm Se trata de una de las aves más populares de la España mediterránea, muy abundante en las dehesas de la mitad meridional. Su característico reclamo, su llamativo penacho de plumas y su vuelo errático y ondulante la hacen fácilmente reconocible. Pese a ser una especie migradora transahariana, parte de la población reside todo el año en las regiones peninsulares más cálidas, así como en Baleares y Canarias, territorios que también acogen individuos europeos invernantes. Identificación La abubilla común es un ave de aspecto inconfundible, con tonos ocres en la mitad anterior del cuerpo, y listas negras y blancas en la mitad posterior del dorso. Pese a que ambos sexos resultan muy similares, el macho posee el color anaranjado del pecho de un tono más intenso. La abubilla luce en su cabeza una llamativa cresta, de color ocre y con las puntas negras, que suele desplegar al posarse, cuando está inquieta o durante el cortejo. Tiene el pico largo y ligeramente curvado, y una cola amplia y negra, atravesada por una banda blanca. En vuelo presenta alas blanquinegras, muy anchas y redondeadas. Los aleteos son irregulares y describe ligeras ondulaciones en su trayectoria. Canto Su canto es un característico up-pu-pu-pu, grave y de largo alcance, que ha dado lugar a su nombre latín (Upupa). En momentos de excitación emite también un grito áspero y ruidoso: schiir. La abubilla común ocupa gran parte del Paleártico, desde las islas Canarias, en el oeste, hasta la costa pacífica de China, en el este. Por el sur alcanza el norte de África, Turquía y la India, y evita las latitudes norteñas. De las varias subespecies reconocidas, epops es la que está presente en Europa. En España Se localiza en casi toda la Península, salvo en la franja cantábrica. No obstante, resulta más escasa en zonas de montaña y de clima húmedo, ya que la pluviosidad elevada reduce considerablemente su éxito reproductor. Aparece también como residente en las islas Canarias y Baleares, y se ha confirmado su reproducción en Melilla, aunque no en Ceuta. - Abubilla común (Upupa epops)
Orden: Bucerotiformes Familia: Upupidae Longitud: 27 cm Envergadura: 44-48 cm Se trata de una de las aves más populares de la España mediterránea, muy abundante en las dehesas de la mitad meridional. Su característico reclamo, su llamativo penacho de plumas y su vuelo errático y ondulante la hacen fácilmente reconocible. Pese a ser una especie migradora transahariana, parte de la población reside todo el año en las regiones peninsulares más cálidas, así como en Baleares y Canarias, territorios que también acogen individuos europeos invernantes. Identificación La abubilla común es un ave de aspecto inconfundible, con tonos ocres en la mitad anterior del cuerpo, y listas negras y blancas en la mitad posterior del dorso. Pese a que ambos sexos resultan muy similares, el macho posee el color anaranjado del pecho de un tono más intenso. La abubilla luce en su cabeza una llamativa cresta, de color ocre y con las puntas negras, que suele desplegar al posarse, cuando está inquieta o durante el cortejo. Tiene el pico largo y ligeramente curvado, y una cola amplia y negra, atravesada por una banda blanca. En vuelo presenta alas blanquinegras, muy anchas y redondeadas. Los aleteos son irregulares y describe ligeras ondulaciones en su trayectoria. Canto Su canto es un característico up-pu-pu-pu, grave y de largo alcance, que ha dado lugar a su nombre latín (Upupa). En momentos de excitación emite también un grito áspero y ruidoso: schiir. La abubilla común ocupa gran parte del Paleártico, desde las islas Canarias, en el oeste, hasta la costa pacífica de China, en el este. Por el sur alcanza el norte de África, Turquía y la India, y evita las latitudes norteñas. De las varias subespecies reconocidas, epops es la que está presente en Europa. En España Se localiza en casi toda la Península, salvo en la franja cantábrica. No obstante, resulta más escasa en zonas de montaña y de clima húmedo, ya que la pluviosidad elevada reduce considerablemente su éxito reproductor. Aparece también como residente en las islas Canarias y Baleares, y se ha confirmado su reproducción en Melilla, aunque no en Ceuta. - Pico picapinos (Dendrocopos major)
Orden: Piciformes Familia: Picidae Longitud: 23-26 cm Envergadura: 38-44 cm Uno de nuestros más extendidos y habituales pájaros carpinteros, el pico picapinos, es un ave dotada de un poderoso pico, que posee una prodigiosa capacidad para taladrar las maderas más resistentes. Estas cualidades le permiten instalarse en una gran variedad de hábitats forestales o semiforestales, desde pinares de montaña hasta bosques de ribera, amén de encinares o alcornocales. Este pícido, además, da muestras de una gran elasticidad a la hora de alimentarse, ya que consume tanto insectos como pollos y huevos o todo tipo de frutos. Identificación La especie comparte la coloración típica de los picos, con tonos muy intensos y definidos. La región dorsal es blanquinegra y presenta un característico patrón. Posee unas listas negras a ambos lados de la cara y el cuello, que enlazan con el pecho, el pico, los hombros y la nuca. Las regiones ventrales son blancas, sin listas ni punteaduras, y la zona anal luce una extensa y llamativa coloración rojiza. Presenta cuatro dedos, dos hacia adelante y dos hacia atrás, con los que trepa hábilmente por los troncos, utilizando además como palanca la fuerte cola. El dimorfismo sexual se aprecia sobre todo en la nuca: roja en los machos y negra en las hembras. El plumaje de los jóvenes resulta más difuso, con las partes ventrales de color blanco sucio y una menor intensidad de rojo en la zona anal. Asimismo, se distinguen de los adultos por tener el píleo rojo. Canto La vocalización más común del picapinos es un tchik fuerte y sonoro, que repite a intervalos de tiempo irregulares y que parece utilizar como llamada de atención o cuando está nervioso. A menudo, emite un reclamo más vehemente, compuesto por una rápida secuencia: kjettettettett, conocida como “relincho”. Otro sonidos característicos de los pícidos son los tamborileos, que practican para marcar el territorio y para atraer la atención de las hembras. Los tamborileos de reclamo se distinguen de los alimentarios o taladradores, porque en los primeros los golpes son muy rápidos y consecutivos; no en vano, el picapinos es el pájaro carpintero que más rápidamente tamborilea. El pico picapinos es el pícido más ampliamente distribuido de toda la avifauna europea. Se extiende por la totalidad del Paleártico hasta el sur del Atlas, Anatolia, el Cáucaso, el norte de Irán y Mongolia. Falta en Irlanda y en algunas islas del mar del Norte y el Mediterráneo. Se reconocen numerosas subespecies. En España En la Península Ibérica se encuentra la subespecie hispanus, que se extiende por todo el territorio. Al tratarse de una especie marcadamente forestal, resulta más abundante y se encuentra más homogéneamente repartida por la mitad norte peninsular, con la excepción de las regiones áridas del valle del Ebro. En el sur se concentra en comarcas montañosas, si bien escasea o falta en Levante, el valle del Guadalquivir y las llanuras de La Mancha y Extremadura. También falta en Baleares, Ceuta y Melilla, aunque en Ceuta ocasionalmente se ve algún ejemplar de la subespecie mauritanus. En las islas Canarias aparece en Tenerife y Gran Canaria, representado por las subespecies endémicas canariensis y thanneri, respectivamente. - Agateador europeo (Certhia brachydactyla)
Orden: Passeriformes Familia: Certhiidae Longitud: 12 cm Envergadura: 17,5-20 cm Se trata de un pajarillo frecuente en nuestros bosques e incluso en nuestros parques, aunque no resulta fácil de observar. Su plumaje, de tonalidades marrones, es muy críptico, y, como además permanece mucho tiempo recorriendo los troncos de los árboles en busca de alimento, donde se camufla muy bien entre las cortezas, pasa muy inadvertido. Es mucho más fácil de detectar por su reclamo, integrado por unos profundos piídos. Identificación Ave diminuta, insectívora y forestal. Prospecta constantemente los troncos de los árboles, de los que extrae alimento con su pico, fino, largo y curvo. Su plumaje resulta muy críptico. El dorso y las alas del agateador común muestran un mosaico de colores marrones-castaños de diferentes intensidades, salpicado con motas más claras, grises o crema. Las partes inferiores de su cuerpo, por el contrario, son de color blancuzco, pero pocas veces se observan, pues pasa gran parte del día pegado a la corteza de los troncos, y solo realiza vuelos cortos y muy rápidos. Trepa habitualmente con la cabeza hacia arriba, apoyándose sobre su cola. Esta es larga, parda, y se compone de plumas con raquis grueso y libre de barbas en su extremo distal. Canto A lo largo de todo el año reclama y emite cortos, agudos y potentes piídos (tuiiiiit). Con el mismo reclamo compone una estrofa algo más elaborada en primavera, que repite incesantemente mientras “gatea” por los árboles. Su canto constituye el mejor rasgo para distinguirlo del agateador norteño, un ave prácticamente idéntica en tamaño y coloración, pero que emite un reclamo distinto. Aunque resulta común en Europa, no está presente en Escandinavia ni en Gran Bretaña, y tampoco aparece en los territorios más elevados de los Alpes y de otras montañas europeas. Se describen varias subespecies, repartidas por el norte de África, por Turquía, por algunas zonas de la costa oriental del mar Negro y por el centro y sur de Europa. En España Se reconoce la subespecie brachydactyla para todo el territorio, exceptuando los Pirineos y casi toda la costa atlántica, donde se encuentra megarhyncha. Se trata de un pájaro forestal generalista. Es bastante común en España, salvo en las zonas carentes de vegetación arbórea, dándose las mayores densidades en pinares maduros y bosques de ribera. Resulta muy raro o está ausente en amplias zonas de los valles del Ebro, Guadiana, Guadalquivir, Tajo y Duero, ya que su presencia se ve condicionada por la aparición de formaciones arboladas maduras o bosques riparios. También evita las llanuras cerealistas de ambas mesetas y el sureste árido. - Agateador europeo (Certhia brachydactyla)
Orden: Passeriformes Familia: Certhiidae Longitud: 12 cm Envergadura: 17,5-20 cm Se trata de un pajarillo frecuente en nuestros bosques e incluso en nuestros parques, aunque no resulta fácil de observar. Su plumaje, de tonalidades marrones, es muy críptico, y, como además permanece mucho tiempo recorriendo los troncos de los árboles en busca de alimento, donde se camufla muy bien entre las cortezas, pasa muy inadvertido. Es mucho más fácil de detectar por su reclamo, integrado por unos profundos piídos. Identificación Ave diminuta, insectívora y forestal. Prospecta constantemente los troncos de los árboles, de los que extrae alimento con su pico, fino, largo y curvo. Su plumaje resulta muy críptico. El dorso y las alas del agateador común muestran un mosaico de colores marrones-castaños de diferentes intensidades, salpicado con motas más claras, grises o crema. Las partes inferiores de su cuerpo, por el contrario, son de color blancuzco, pero pocas veces se observan, pues pasa gran parte del día pegado a la corteza de los troncos, y solo realiza vuelos cortos y muy rápidos. Trepa habitualmente con la cabeza hacia arriba, apoyándose sobre su cola. Esta es larga, parda, y se compone de plumas con raquis grueso y libre de barbas en su extremo distal. Canto A lo largo de todo el año reclama y emite cortos, agudos y potentes piídos (tuiiiiit). Con el mismo reclamo compone una estrofa algo más elaborada en primavera, que repite incesantemente mientras “gatea” por los árboles. Su canto constituye el mejor rasgo para distinguirlo del agateador norteño, un ave prácticamente idéntica en tamaño y coloración, pero que emite un reclamo distinto. Aunque resulta común en Europa, no está presente en Escandinavia ni en Gran Bretaña, y tampoco aparece en los territorios más elevados de los Alpes y de otras montañas europeas. Se describen varias subespecies, repartidas por el norte de África, por Turquía, por algunas zonas de la costa oriental del mar Negro y por el centro y sur de Europa. En España Se reconoce la subespecie brachydactyla para todo el territorio, exceptuando los Pirineos y casi toda la costa atlántica, donde se encuentra megarhyncha. Se trata de un pájaro forestal generalista. Es bastante común en España, salvo en las zonas carentes de vegetación arbórea, dándose las mayores densidades en pinares maduros y bosques de ribera. Resulta muy raro o está ausente en amplias zonas de los valles del Ebro, Guadiana, Guadalquivir, Tajo y Duero, ya que su presencia se ve condicionada por la aparición de formaciones arboladas maduras o bosques riparios. También evita las llanuras cerealistas de ambas mesetas y el sureste árido. - Bisbita pratense (Anthus pratensis)
Orden: Passeriformes Familia: Motacillidae Longitud: 15 cm Envergadura: 24 cm El bisbita pratense, antes bisbita común, es un pequeño pájaro de colores muy discretos y de hábitos terrestres y gregarios. En la Península abunda en los meses fríos del año, cuando se convierte en característico de nuestros medios abiertos. Su reproducción en España, citada por vez primera en 1972, es realmente escasa, y hasta años recientes no se ha constatado con cierta regularidad en la Cordillera Cantábrica. El grupo de los bisbitas, por sus plumajes terrosos que los mimetizan con el suelo, es uno de los más complicados a la hora de su identificación. Identificación Ave de aspecto poco llamativo y sin caracteres muy distintivos, similar al resto de bisbitas. Exhibe dorso pardo, un tanto verdoso al principio del otoño, con muchas estrías oscuras. El vientre es de color blanco sucio, muy rayado, y los flancos, anaranjados en otoño, que se aclaran según avanza el invierno. Posee alas redondeadas, cola larga y con plumas externas blancas, pico fino, y patas finas, con la uña posterior larga y recta. La garganta es blanca, con una fina bigotera negra. Ambos sexos son iguales. Los jóvenes, cuando llegan a España, no se distinguen de los adultos. El bisbita pratense se observa casi siempre en el suelo y en grupo. Para diferenciarlo de otros bisbitas hay que atender a las fechas, a su voz, a su pequeño tamaño, y a detalles del plumaje como flancos con estrías más gruesas y dorso menos contrastado. Canto El reclamo es distintivo y de gran utilidad en el momento de la identificación. Emite un sip o bis, que repite unas pocas veces, a modo de bis-bis-bit, de donde le viene su nombre vernáculo. El canto se escucha poco en nuestro país, siendo también una sucesión de notas tipo tsip. Como especie reproductora se halla casi restringida al centro y norte de Europa. En el centro-oeste de este continente es residente, y además inverna en países de la cuenca mediterránea. Cuenta con dos subespecies reconocidas. En España No se han hallado indicios en años recientes que inviten a pensar en el bisbita pratense como especie reproductora en nuestro país, si bien en observaciones de 2003 se recogía un caso de un adulto con cebo, aunque sin detectar pollos. También se le considera como nidificante local muy escaso y disperso en el atlas de aves de Asturias (2007-2014), por lo que no puede descartarse la posibilidad de una mínima población nidificante ubicada en la cornisa cantábrica. En invierno, el bisbita pratense está muy extendido en la Península y Baleares, con presencia en el valle del Guadalquivir, Extremadura y Baleares, así como en la costa cántabro-atlántica, sector occidental de Castilla y León, valle del Ebro y litoral mediterráneo central. La subespecie que cría en España, y también la mayoritaria en invierno, es la pratensis. También para la invernada llegan aves de la subespecie whistleri procedentes de Escocia e Irlanda. - Bisbita pratense (Anthus pratensis)
Orden: Passeriformes Familia: Motacillidae Longitud: 15 cm Envergadura: 24 cm El bisbita pratense, antes bisbita común, es un pequeño pájaro de colores muy discretos y de hábitos terrestres y gregarios. En la Península abunda en los meses fríos del año, cuando se convierte en característico de nuestros medios abiertos. Su reproducción en España, citada por vez primera en 1972, es realmente escasa, y hasta años recientes no se ha constatado con cierta regularidad en la Cordillera Cantábrica. El grupo de los bisbitas, por sus plumajes terrosos que los mimetizan con el suelo, es uno de los más complicados a la hora de su identificación. Identificación Ave de aspecto poco llamativo y sin caracteres muy distintivos, similar al resto de bisbitas. Exhibe dorso pardo, un tanto verdoso al principio del otoño, con muchas estrías oscuras. El vientre es de color blanco sucio, muy rayado, y los flancos, anaranjados en otoño, que se aclaran según avanza el invierno. Posee alas redondeadas, cola larga y con plumas externas blancas, pico fino, y patas finas, con la uña posterior larga y recta. La garganta es blanca, con una fina bigotera negra. Ambos sexos son iguales. Los jóvenes, cuando llegan a España, no se distinguen de los adultos. El bisbita pratense se observa casi siempre en el suelo y en grupo. Para diferenciarlo de otros bisbitas hay que atender a las fechas, a su voz, a su pequeño tamaño, y a detalles del plumaje como flancos con estrías más gruesas y dorso menos contrastado. Canto El reclamo es distintivo y de gran utilidad en el momento de la identificación. Emite un sip o bis, que repite unas pocas veces, a modo de bis-bis-bit, de donde le viene su nombre vernáculo. El canto se escucha poco en nuestro país, siendo también una sucesión de notas tipo tsip. Como especie reproductora se halla casi restringida al centro y norte de Europa. En el centro-oeste de este continente es residente, y además inverna en países de la cuenca mediterránea. Cuenta con dos subespecies reconocidas. En España No se han hallado indicios en años recientes que inviten a pensar en el bisbita pratense como especie reproductora en nuestro país, si bien en observaciones de 2003 se recogía un caso de un adulto con cebo, aunque sin detectar pollos. También se le considera como nidificante local muy escaso y disperso en el atlas de aves de Asturias (2007-2014), por lo que no puede descartarse la posibilidad de una mínima población nidificante ubicada en la cornisa cantábrica. En invierno, el bisbita pratense está muy extendido en la Península y Baleares, con presencia en el valle del Guadalquivir, Extremadura y Baleares, así como en la costa cántabro-atlántica, sector occidental de Castilla y León, valle del Ebro y litoral mediterráneo central. La subespecie que cría en España, y también la mayoritaria en invierno, es la pratensis. También para la invernada llegan aves de la subespecie whistleri procedentes de Escocia e Irlanda.