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- Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Familia Laridae. Huerta Otea, Salamanca. Orden: Charadriiformes Familia: Laridae Longitud: 34-37 cm Envergadura: 100-110 cm Para el habitante de las tierras interiores de la Península, la visión de un grupo de medianas gaviotas que siguen la reja del arado o se posan en las orillas de los ríos urbanos ha dejado de ser una sorpresa. Se trata de gaviotas reidoras, uno de los láridos más abundantes y mejor repartidos en el Paleártico. El éxito de esta especie tiene mucho que ver con su capacidad para alimentarse de casi cualquier resto orgánico. Hace ya décadas, comenzó a colonizar la Península como reproductora, y como invernante es una especie en creciente aumento. Identificación Se trata de una gaviota de tamaño más bien pequeño, con un característico capuchón de color marrón chocolate, presente únicamente en el plumaje de la época de reproducción (dibujo 1). Las hembras y los machos, en apariencia idénticos, manifiestan algunas pequeñas diferencias en cuanto a sus medidas corporales, ya que los machos poseen un mayor tamaño. El plumaje varía con la edad. Así, los ejemplares adultos exhiben un diseño nupcial dominado por una tonalidad gris clara en sus partes dorsales (dibujo 2) y de un blanco puro en las ventrales, que se torna chocolate en la cabeza, donde resalta vivamente un anillo ocular incompleto de color blanco. Fuera de la época reproductora, los adultos pierden las plumas oscuras de la capucha, que quedan reducidas a una pequeña mancha en la zona auricular (dibujo 3). El pico es de un intenso rojo negruzco. Los ejemplares juveniles, por su parte, son mayoritariamente pardogrisáceos en el dorso y carecen del llamativo capuchón oscuro, si bien la cabeza no llega a ser completamente blanca, pues presenta una mancha auricular y el píleo manchado de marrón (dibujo 4). Tras sucesivas mudas, alcanzan el plumaje definitivo en su segundo año de vida (dibujo 5). Canto Presenta un registro de voces muy variado, pues emite desde melodiosas llamadas, kraa, hasta estridentes gritos de alarma, kek. Los reclamos en invierno son más altos y claros, diferentes a los realizados durante la época de cría. Ocupa como reproductora prácticamente todo el Paleártico, si bien se muestra mucho más abundante en los países del centro de Europa y algo menos frecuente en los del sur, como España o Italia, donde la especie es un colonizador reciente. Es una especie monotípica. En España Si bien la gaviota reidora no es una especie abundante como reproductora, sí cría regularmente en las zonas húmedas situadas en las costas mediterráneas, en lagunas de La Mancha, el valle del Ebro y, excepcionalmente, en otros humedales del interior y en enclaves propicios de las costas atlánticas o cantábricas. La colonia más numerosa es la asentada en el delta del Ebro, seguida por las existentes en La Mancha, Andalucía y el Levante. Falta como reproductora en las islas Canarias, Ceuta y Melilla, si bien está presente para la invernada. Durante el invierno, la península alberga a numerosas aves llegadas desde sus colonias reproductoras en Europa. En consecuencia, es una especie bastante extendida durante la invernada y muy común en nuestras costas, playas, puertos pesqueros, ríos o embalses, muchas veces asociada a la existencia de vertederos, donde busca alimento en grandes grupos. - Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Familia Laridae. Huerta Otea, Salamanca. Orden: Charadriiformes Familia: Laridae Longitud: 34-37 cm Envergadura: 100-110 cm Para el habitante de las tierras interiores de la Península, la visión de un grupo de medianas gaviotas que siguen la reja del arado o se posan en las orillas de los ríos urbanos ha dejado de ser una sorpresa. Se trata de gaviotas reidoras, uno de los láridos más abundantes y mejor repartidos en el Paleártico. El éxito de esta especie tiene mucho que ver con su capacidad para alimentarse de casi cualquier resto orgánico. Hace ya décadas, comenzó a colonizar la Península como reproductora, y como invernante es una especie en creciente aumento. Identificación Se trata de una gaviota de tamaño más bien pequeño, con un característico capuchón de color marrón chocolate, presente únicamente en el plumaje de la época de reproducción (dibujo 1). Las hembras y los machos, en apariencia idénticos, manifiestan algunas pequeñas diferencias en cuanto a sus medidas corporales, ya que los machos poseen un mayor tamaño. El plumaje varía con la edad. Así, los ejemplares adultos exhiben un diseño nupcial dominado por una tonalidad gris clara en sus partes dorsales (dibujo 2) y de un blanco puro en las ventrales, que se torna chocolate en la cabeza, donde resalta vivamente un anillo ocular incompleto de color blanco. Fuera de la época reproductora, los adultos pierden las plumas oscuras de la capucha, que quedan reducidas a una pequeña mancha en la zona auricular (dibujo 3). El pico es de un intenso rojo negruzco. Los ejemplares juveniles, por su parte, son mayoritariamente pardogrisáceos en el dorso y carecen del llamativo capuchón oscuro, si bien la cabeza no llega a ser completamente blanca, pues presenta una mancha auricular y el píleo manchado de marrón (dibujo 4). Tras sucesivas mudas, alcanzan el plumaje definitivo en su segundo año de vida (dibujo 5). Canto Presenta un registro de voces muy variado, pues emite desde melodiosas llamadas, kraa, hasta estridentes gritos de alarma, kek. Los reclamos en invierno son más altos y claros, diferentes a los realizados durante la época de cría. Ocupa como reproductora prácticamente todo el Paleártico, si bien se muestra mucho más abundante en los países del centro de Europa y algo menos frecuente en los del sur, como España o Italia, donde la especie es un colonizador reciente. Es una especie monotípica. En España Si bien la gaviota reidora no es una especie abundante como reproductora, sí cría regularmente en las zonas húmedas situadas en las costas mediterráneas, en lagunas de La Mancha, el valle del Ebro y, excepcionalmente, en otros humedales del interior y en enclaves propicios de las costas atlánticas o cantábricas. La colonia más numerosa es la asentada en el delta del Ebro, seguida por las existentes en La Mancha, Andalucía y el Levante. Falta como reproductora en las islas Canarias, Ceuta y Melilla, si bien está presente para la invernada. Durante el invierno, la península alberga a numerosas aves llegadas desde sus colonias reproductoras en Europa. En consecuencia, es una especie bastante extendida durante la invernada y muy común en nuestras costas, playas, puertos pesqueros, ríos o embalses, muchas veces asociada a la existencia de vertederos, donde busca alimento en grandes grupos. - Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Orden: Charadriiformes Familia: Laridae Longitud: 34-37 cm Envergadura: 100-110 cm Para el habitante de las tierras interiores de la Península, la visión de un grupo de medianas gaviotas que siguen la reja del arado o se posan en las orillas de los ríos urbanos ha dejado de ser una sorpresa. Se trata de gaviotas reidoras, uno de los láridos más abundantes y mejor repartidos en el Paleártico. El éxito de esta especie tiene mucho que ver con su capacidad para alimentarse de casi cualquier resto orgánico. Hace ya décadas, comenzó a colonizar la Península como reproductora, y como invernante es una especie en creciente aumento. Identificación Se trata de una gaviota de tamaño más bien pequeño, con un característico capuchón de color marrón chocolate, presente únicamente en el plumaje de la época de reproducción (dibujo 1). Las hembras y los machos, en apariencia idénticos, manifiestan algunas pequeñas diferencias en cuanto a sus medidas corporales, ya que los machos poseen un mayor tamaño. El plumaje varía con la edad. Así, los ejemplares adultos exhiben un diseño nupcial dominado por una tonalidad gris clara en sus partes dorsales (dibujo 2) y de un blanco puro en las ventrales, que se torna chocolate en la cabeza, donde resalta vivamente un anillo ocular incompleto de color blanco. Fuera de la época reproductora, los adultos pierden las plumas oscuras de la capucha, que quedan reducidas a una pequeña mancha en la zona auricular (dibujo 3). El pico es de un intenso rojo negruzco. Los ejemplares juveniles, por su parte, son mayoritariamente pardogrisáceos en el dorso y carecen del llamativo capuchón oscuro, si bien la cabeza no llega a ser completamente blanca, pues presenta una mancha auricular y el píleo manchado de marrón (dibujo 4). Tras sucesivas mudas, alcanzan el plumaje definitivo en su segundo año de vida (dibujo 5). Canto Presenta un registro de voces muy variado, pues emite desde melodiosas llamadas, kraa, hasta estridentes gritos de alarma, kek. Los reclamos en invierno son más altos y claros, diferentes a los realizados durante la época de cría. Ocupa como reproductora prácticamente todo el Paleártico, si bien se muestra mucho más abundante en los países del centro de Europa y algo menos frecuente en los del sur, como España o Italia, donde la especie es un colonizador reciente. Es una especie monotípica. En España Si bien la gaviota reidora no es una especie abundante como reproductora, sí cría regularmente en las zonas húmedas situadas en las costas mediterráneas, en lagunas de La Mancha, el valle del Ebro y, excepcionalmente, en otros humedales del interior y en enclaves propicios de las costas atlánticas o cantábricas. La colonia más numerosa es la asentada en el delta del Ebro, seguida por las existentes en La Mancha, Andalucía y el Levante. Falta como reproductora en las islas Canarias, Ceuta y Melilla, si bien está presente para la invernada. Durante el invierno, la península alberga a numerosas aves llegadas desde sus colonias reproductoras en Europa. En consecuencia, es una especie bastante extendida durante la invernada y muy común en nuestras costas, playas, puertos pesqueros, ríos o embalses, muchas veces asociada a la existencia de vertederos, donde busca alimento en grandes grupos. - Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Orden: Charadriiformes Familia: Laridae Longitud: 34-37 cm Envergadura: 100-110 cm Para el habitante de las tierras interiores de la Península, la visión de un grupo de medianas gaviotas que siguen la reja del arado o se posan en las orillas de los ríos urbanos ha dejado de ser una sorpresa. Se trata de gaviotas reidoras, uno de los láridos más abundantes y mejor repartidos en el Paleártico. El éxito de esta especie tiene mucho que ver con su capacidad para alimentarse de casi cualquier resto orgánico. Hace ya décadas, comenzó a colonizar la Península como reproductora, y como invernante es una especie en creciente aumento. Identificación Se trata de una gaviota de tamaño más bien pequeño, con un característico capuchón de color marrón chocolate, presente únicamente en el plumaje de la época de reproducción (dibujo 1). Las hembras y los machos, en apariencia idénticos, manifiestan algunas pequeñas diferencias en cuanto a sus medidas corporales, ya que los machos poseen un mayor tamaño. El plumaje varía con la edad. Así, los ejemplares adultos exhiben un diseño nupcial dominado por una tonalidad gris clara en sus partes dorsales (dibujo 2) y de un blanco puro en las ventrales, que se torna chocolate en la cabeza, donde resalta vivamente un anillo ocular incompleto de color blanco. Fuera de la época reproductora, los adultos pierden las plumas oscuras de la capucha, que quedan reducidas a una pequeña mancha en la zona auricular (dibujo 3). El pico es de un intenso rojo negruzco. Los ejemplares juveniles, por su parte, son mayoritariamente pardogrisáceos en el dorso y carecen del llamativo capuchón oscuro, si bien la cabeza no llega a ser completamente blanca, pues presenta una mancha auricular y el píleo manchado de marrón (dibujo 4). Tras sucesivas mudas, alcanzan el plumaje definitivo en su segundo año de vida (dibujo 5). Canto Presenta un registro de voces muy variado, pues emite desde melodiosas llamadas, kraa, hasta estridentes gritos de alarma, kek. Los reclamos en invierno son más altos y claros, diferentes a los realizados durante la época de cría. Ocupa como reproductora prácticamente todo el Paleártico, si bien se muestra mucho más abundante en los países del centro de Europa y algo menos frecuente en los del sur, como España o Italia, donde la especie es un colonizador reciente. Es una especie monotípica. En España Si bien la gaviota reidora no es una especie abundante como reproductora, sí cría regularmente en las zonas húmedas situadas en las costas mediterráneas, en lagunas de La Mancha, el valle del Ebro y, excepcionalmente, en otros humedales del interior y en enclaves propicios de las costas atlánticas o cantábricas. La colonia más numerosa es la asentada en el delta del Ebro, seguida por las existentes en La Mancha, Andalucía y el Levante. Falta como reproductora en las islas Canarias, Ceuta y Melilla, si bien está presente para la invernada. Durante el invierno, la península alberga a numerosas aves llegadas desde sus colonias reproductoras en Europa. En consecuencia, es una especie bastante extendida durante la invernada y muy común en nuestras costas, playas, puertos pesqueros, ríos o embalses, muchas veces asociada a la existencia de vertederos, donde busca alimento en grandes grupos. - Gaviota sombría (Larus fuscus)
Orden: Charadriiformes Familia: Laridae Longitud: 49-57 cm Envergadura: 118-150 cm La progresión con la que las gaviotas sombrías están expandiéndose por nuestras costas, así como el creciente número de aves invernantes en España —tanto en el litoral como en el interior—, son muestra de las características biológicas de una especie que ha hecho de la versatilidad y de la capacidad de adaptación a las más variadas circunstancias el argumento para sobreponerse a los inconvenientes de un mundo profundamente modificado por las actividades del hombre. Identificación La gaviota sombría es de tamaño grande y dorso muy oscuro, en mayor o menor medida según la subespecie. Las hembras y los machos son idénticos en apariencia, aunque con pequeñas diferencias de tamaño entre ambos sexos, ya que el macho es algo mayor. El plumaje definitivo de estas aves es completamente blanco en las regiones ventrales y de un intenso color gris en las dorsales, en tanto que las patas y el pico resultan de un vivo color amarillo, al igual que el iris, que luce un anillo ocular rojo (dibujo 1 y dibujo 2). Los ejemplares jóvenes, en cambio, presentan una librea dominada por los tonos marrones y blanco sucio, con abundantes motas y estrías; el pico es negro y las patas rosadas (dibujo 3). Los inmaduros realizan tres mudas en sucesivos veranos, hasta alcanzar en su cuarto año de vida un plumaje prácticamente idéntico al del adulto, con ligeras diferencias que desaparecerán tras la muda del año siguiente. Canto Emite un reclamo muy largo y ruidoso, que comienza por unos sonidos cortos, seguidos de una secuencia parecida a una risotada: au au kuiia kuaok kuaok. Ocupa como reproductora localidades costeras del Paleártico occidental y noroccidental, donde aparecen tres subespecies: fuscus, que nidifica en el Báltico, Noruega y Rusia; intermedius, distribuida por el sur de Escandinavia y Dinamarca; y graellsii, propia de Islandia, Países Bajos, Bélgica, Gran Bretaña, la fachada atlántica de Francia y la Península Ibérica. En España La gaviota sombría es una especie que, como reproductora, ha colonizado recientemente nuestro territorio, donde suele instalarse de forma dispersa o en pequeños núcleos inmersos en el seno de las congregaciones de gaviota patiamarilla. Actualmente sucede esto en diferentes enclaves de las costas cantábricas y atlánticas y en el delta del Ebro. En los islotes de Alegranza y Montaña Clara (Canarias), donde se constató la reproducción de doce parejas en 2009, no se han encontrado evidencias de la repetición del acontecimiento. Durante el invierno resulta una especie muy común, tanto en toda la costa peninsular como en ríos y embalses del suroeste interior (humedales de Madrid, La Mancha, Extremadura y vega del Guadalquivir), muchas veces asociada a la existencia de vertederos, donde busca alimento. Los individuos invernantes pertenecen tanto a la subespecie intermedius como a graellsii, mientras que los ejemplares de la subespecie fuscus resultan bastante más raros. - Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Orden: Charadriiformes Familia: Laridae Longitud: 34-37 cm Envergadura: 100-110 cm Para el habitante de las tierras interiores de la Península, la visión de un grupo de medianas gaviotas que siguen la reja del arado o se posan en las orillas de los ríos urbanos ha dejado de ser una sorpresa. Se trata de gaviotas reidoras, uno de los láridos más abundantes y mejor repartidos en el Paleártico. El éxito de esta especie tiene mucho que ver con su capacidad para alimentarse de casi cualquier resto orgánico. Hace ya décadas, comenzó a colonizar la Península como reproductora, y como invernante es una especie en creciente aumento. Identificación Se trata de una gaviota de tamaño más bien pequeño, con un característico capuchón de color marrón chocolate, presente únicamente en el plumaje de la época de reproducción (dibujo 1). Las hembras y los machos, en apariencia idénticos, manifiestan algunas pequeñas diferencias en cuanto a sus medidas corporales, ya que los machos poseen un mayor tamaño. El plumaje varía con la edad. Así, los ejemplares adultos exhiben un diseño nupcial dominado por una tonalidad gris clara en sus partes dorsales (dibujo 2) y de un blanco puro en las ventrales, que se torna chocolate en la cabeza, donde resalta vivamente un anillo ocular incompleto de color blanco. Fuera de la época reproductora, los adultos pierden las plumas oscuras de la capucha, que quedan reducidas a una pequeña mancha en la zona auricular (dibujo 3). El pico es de un intenso rojo negruzco. Los ejemplares juveniles, por su parte, son mayoritariamente pardogrisáceos en el dorso y carecen del llamativo capuchón oscuro, si bien la cabeza no llega a ser completamente blanca, pues presenta una mancha auricular y el píleo manchado de marrón (dibujo 4). Tras sucesivas mudas, alcanzan el plumaje definitivo en su segundo año de vida (dibujo 5). Canto Presenta un registro de voces muy variado, pues emite desde melodiosas llamadas, kraa, hasta estridentes gritos de alarma, kek. Los reclamos en invierno son más altos y claros, diferentes a los realizados durante la época de cría. Ocupa como reproductora prácticamente todo el Paleártico, si bien se muestra mucho más abundante en los países del centro de Europa y algo menos frecuente en los del sur, como España o Italia, donde la especie es un colonizador reciente. Es una especie monotípica. En España Si bien la gaviota reidora no es una especie abundante como reproductora, sí cría regularmente en las zonas húmedas situadas en las costas mediterráneas, en lagunas de La Mancha, el valle del Ebro y, excepcionalmente, en otros humedales del interior y en enclaves propicios de las costas atlánticas o cantábricas. La colonia más numerosa es la asentada en el delta del Ebro, seguida por las existentes en La Mancha, Andalucía y el Levante. Falta como reproductora en las islas Canarias, Ceuta y Melilla, si bien está presente para la invernada. Durante el invierno, la península alberga a numerosas aves llegadas desde sus colonias reproductoras en Europa. En consecuencia, es una especie bastante extendida durante la invernada y muy común en nuestras costas, playas, puertos pesqueros, ríos o embalses, muchas veces asociada a la existencia de vertederos, donde busca alimento en grandes grupos.