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- Petirrojo (Erithacus rubecula)
De aspecto rechoncho. Con una inconfundible mancha anaranjada en el pecho. Presente durante todo el año. Es un ave muy territorial, cuando las parejas se separan defienden territorios diferentes. Canta en las ramas altas de los árboles. Es habitual verlo a ras de suelo dando “saltitos” en busca de alimento. - Mito común (Aegithalos caudatus)
Orden: Passeriformes Familia: Aegithalidae Longitud: 12-14 cm Envergadura: 16-19 cm El mito es un diminuto e inquieto pajarillo insectívoro caracterizado por su larga cola. Se distribuye por casi toda España, y es relativamente frecuente, sobre todo en ambientes forestales y, en menor medida, parques urbanos de cierta extensión. Se agrupa en bandos no demasiado numerosos, pero muy ruidosos y confiados ante el observador. Identificación El mito común es fácil de identificar por la notable longitud de su cola (7-9 centímetros), que contrasta con su pequeño cuerpecillo, de cortas y redondeadas alas. En un primer vistazo resulta un ave con una apariencia general oscura. Sin embargo, observada con atención se aprecia una banda clara que recorre toda la cabeza, así como una pechuga grisácea con tintes rojizos, que contrasta con los tonos negros y grises del dorso, la cola y las alas. Canto Reclama casi constantemente, sobre todo cuando en otoño e invierno se desplaza en grupos familiares. Suele producir chasqueos y un seseo seco y repetido (tsi-tsi-tsi-tsiii), que remata con un reclamo brusco (tssrrrarp). El mito está ampliamente extendido desde la Península Ibérica hasta Asia, aunque falta en el extremo septentrional de Escandinavia, el norte de África, Cerdeña y Baleares. Presenta múltiples subespecies. En España Es frecuente por todo el territorio, aunque menos frecuente en los valles del Ebro y del Duero, La Mancha y otras zonas con climas muy secos y con escasa vegetación arbórea. En Baleares es un sedentario escaso y falta en el archipiélago canario, Ceuta y Melilla. En la Península Ibérica se reconocen dos subespecies: A. c. macedonicus , que aparece en la mitad norte, y A. c. irbii, en la mitad sur. - LAVANDERA BLANCA (MOTACILLA ALBA)
Con el dorso gris y las partes inferiores blancas. Posee un babero de color negro que en primavera es muy vistoso, reduciéndose en su muda invernal. Es un ave muy elegante, suele correr por el suelo y cuando esta quieta balancea la cola repetidamente. Nos acompaña durante todo el año aunque ciertos ejemplares pueden realizar movimientos de medio alcance. - Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Orden: Charadriiformes Familia: Laridae Longitud: 34-37 cm Envergadura: 100-110 cm Para el habitante de las tierras interiores de la Península, la visión de un grupo de medianas gaviotas que siguen la reja del arado o se posan en las orillas de los ríos urbanos ha dejado de ser una sorpresa. Se trata de gaviotas reidoras, uno de los láridos más abundantes y mejor repartidos en el Paleártico. El éxito de esta especie tiene mucho que ver con su capacidad para alimentarse de casi cualquier resto orgánico. Hace ya décadas, comenzó a colonizar la Península como reproductora, y como invernante es una especie en creciente aumento. Identificación Se trata de una gaviota de tamaño más bien pequeño, con un característico capuchón de color marrón chocolate, presente únicamente en el plumaje de la época de reproducción (dibujo 1). Las hembras y los machos, en apariencia idénticos, manifiestan algunas pequeñas diferencias en cuanto a sus medidas corporales, ya que los machos poseen un mayor tamaño. El plumaje varía con la edad. Así, los ejemplares adultos exhiben un diseño nupcial dominado por una tonalidad gris clara en sus partes dorsales (dibujo 2) y de un blanco puro en las ventrales, que se torna chocolate en la cabeza, donde resalta vivamente un anillo ocular incompleto de color blanco. Fuera de la época reproductora, los adultos pierden las plumas oscuras de la capucha, que quedan reducidas a una pequeña mancha en la zona auricular (dibujo 3). El pico es de un intenso rojo negruzco. Los ejemplares juveniles, por su parte, son mayoritariamente pardogrisáceos en el dorso y carecen del llamativo capuchón oscuro, si bien la cabeza no llega a ser completamente blanca, pues presenta una mancha auricular y el píleo manchado de marrón (dibujo 4). Tras sucesivas mudas, alcanzan el plumaje definitivo en su segundo año de vida (dibujo 5). Canto Presenta un registro de voces muy variado, pues emite desde melodiosas llamadas, kraa, hasta estridentes gritos de alarma, kek. Los reclamos en invierno son más altos y claros, diferentes a los realizados durante la época de cría. Ocupa como reproductora prácticamente todo el Paleártico, si bien se muestra mucho más abundante en los países del centro de Europa y algo menos frecuente en los del sur, como España o Italia, donde la especie es un colonizador reciente. Es una especie monotípica. En España Si bien la gaviota reidora no es una especie abundante como reproductora, sí cría regularmente en las zonas húmedas situadas en las costas mediterráneas, en lagunas de La Mancha, el valle del Ebro y, excepcionalmente, en otros humedales del interior y en enclaves propicios de las costas atlánticas o cantábricas. La colonia más numerosa es la asentada en el delta del Ebro, seguida por las existentes en La Mancha, Andalucía y el Levante. Falta como reproductora en las islas Canarias, Ceuta y Melilla, si bien está presente para la invernada. Durante el invierno, la península alberga a numerosas aves llegadas desde sus colonias reproductoras en Europa. En consecuencia, es una especie bastante extendida durante la invernada y muy común en nuestras costas, playas, puertos pesqueros, ríos o embalses, muchas veces asociada a la existencia de vertederos, donde busca alimento en grandes grupos.