- Medidas de la fotoCuadrado
Miniatura
XXS - diminuto
XS - extrapequeño
S - pequeño
✔ M - mediano
L - grande
Inicio 5135
- Tallo de Tilia 10x
Sección transversal de tallo con crecimiento secundario. 1. Súber 2. Floema 3. Xilema Azul astra-verde luz. - Tallo de Tilia 40
Detalle de los haces vasculares del tallo de Tilia. 1. Xilema 2. Floema 3. Esclerénquima del floema Azul astra-verde luz. - Bacillus megaterium
La imagen presenta una bacteria teñida mediante tinción de Gram. Se trata de un Bacillus megaterium que muestra una coloración azul-morada por lo que se trata de una bacteria Gram positiva. Las diferencias en la tinción de Gram se deben a la diferente composición de la pared celular de las bacterias Gram positivas y de las Gram negativas. Es un tipo de tinción diferncial que durante décadas se ha utilizado para referirse a la morfología celular bacteriana. - Detalle de un microorganismo
A medida que las células envejecen, la apariencia de muchas colonias microbianas varía, mostrando morfologías diferentes a las que se observan en los primeros estadios de crecimiento. En la fotografía se observa un detalle de una colonia. - Microorganismos en un diente humano
Los microorganismos se encuentran en todos los lugares del planeta. En esta imagen podemos ver los microorganismos que han crecido a partir de en una pieza dental humana. - Micelio
El micelio es la masa de hifas que constituye el cuerpo vegetativo de un hongo. En la imagen se muestra un micelio fúngico creciendo cómo cultivo puro en un medio selectivo. - Pelobates cultripes. Sapo espuelas
Familia Pelobatidae. Ledesma, Salamanca. - Pelobates cultripes. Sapo de espuelas
Familia Pelobatidae. Ledesma, Salamanca. Detalle de las espuelas que caracterizan y dan nombre a la especie. - Carbonero común (Parus major)
Familia Paridae. Huerta Otea, Salamanca. Orden: Passeriformes Familia: Paridae Longitud: 14 cm Envergadura: 22,5-25,5 cm Ave insectívora pequeña, muy llamativa y conspicua por sus colores azulados y amarillentos y sus frecuentes reclamos. Habita en toda España y resulta común en ambientes arbolados, tanto bien conservados como degradados. Tolera muy bien la presencia humana, pues coloniza con facilidad zonas ajardinadas y parques urbanos, acude a los comederos y se instala en nidales artificiales. En invierno se suele mover en grupos con otras especies de páridos. Identificación El carbonero común es una especie fácilmente reconocible por el color amarillo de su cuerpo, que contrasta con el azul de las alas y la cola. La cabeza es de color negro-azabache y con las mejillas muy blancas, salvo en los jóvenes del año, algo amarillenta. Los machos se distinguen de las hembras por poseer una conspicua banda negra que recorre su cuerpo desde la garganta hasta la base de la cola. Las hembras, en cambio, tienen muy poco marcada dicha banda, que se desdibuja en el vientre. Canto Entre los reclamos más comunes se encuentra el repetitivo chi-chipán, que inunda el principio de la primavera; pero muestra un amplio repertorio, con más de treinta notas. Además, esta variabilidad se ve enriquecida con notables matices territoriales; así, por ejemplo, un carbonero de Sierra Morena emite sonidos poco comunes en las poblaciones del Sistema Central y viceversa. El carbonero común está ampliamente extendido en Europa, noroeste de África y Asia, donde alcanza Japón, Indochina e Indonesia. En España Abarca todo el territorio y solo se ausenta en zonas totalmente deforestadas y en el archipiélago canario. Se discute sobre la existencia de numerosas subespecies. Para el norte de España se menciona major, en las islas Baleares se describe mallorcae, en el sur peninsular se cita corsus, y en Ceuta y Melilla, la subespecie norteafricana excelsus. - Carbonero común (Parus major)
Familia Paridae. Huerta Otea, Salamanca. Orden: Passeriformes Familia: Paridae Longitud: 14 cm Envergadura: 22,5-25,5 cm Ave insectívora pequeña, muy llamativa y conspicua por sus colores azulados y amarillentos y sus frecuentes reclamos. Habita en toda España y resulta común en ambientes arbolados, tanto bien conservados como degradados. Tolera muy bien la presencia humana, pues coloniza con facilidad zonas ajardinadas y parques urbanos, acude a los comederos y se instala en nidales artificiales. En invierno se suele mover en grupos con otras especies de páridos. Identificación El carbonero común es una especie fácilmente reconocible por el color amarillo de su cuerpo, que contrasta con el azul de las alas y la cola. La cabeza es de color negro-azabache y con las mejillas muy blancas, salvo en los jóvenes del año, algo amarillenta. Los machos se distinguen de las hembras por poseer una conspicua banda negra que recorre su cuerpo desde la garganta hasta la base de la cola. Las hembras, en cambio, tienen muy poco marcada dicha banda, que se desdibuja en el vientre. Canto Entre los reclamos más comunes se encuentra el repetitivo chi-chipán, que inunda el principio de la primavera; pero muestra un amplio repertorio, con más de treinta notas. Además, esta variabilidad se ve enriquecida con notables matices territoriales; así, por ejemplo, un carbonero de Sierra Morena emite sonidos poco comunes en las poblaciones del Sistema Central y viceversa. El carbonero común está ampliamente extendido en Europa, noroeste de África y Asia, donde alcanza Japón, Indochina e Indonesia. En España Abarca todo el territorio y solo se ausenta en zonas totalmente deforestadas y en el archipiélago canario. Se discute sobre la existencia de numerosas subespecies. Para el norte de España se menciona major, en las islas Baleares se describe mallorcae, en el sur peninsular se cita corsus, y en Ceuta y Melilla, la subespecie norteafricana excelsus. - Phalacrocorax carbo. Cormorán grande
Plumaje nupcial (detalles blancos en zona del cuello/nuca y muslos). Familia Phalacrocoracidae. Paseo fluvial, Salamanca. - Garceta común (Egretta garzetta)
Familia Ardeidae. Huerta Otea, Salamanca. Orden: Pelecaniformes Familia: Ardeidae Longitud: 55-65 cm Envergadura: 88-106 cm En las extensiones recién fangueadas de los arrozales levantinos, catalanes, andaluces y extremeños, es bastante frecuente observar nutridos grupos de aves que menudean entre el barro a la captura de gusanos, insectos y batracios. Entre ellas se distinguen unas garzas estilizadas y completamente blancas que remueven el agua con sus patas; son garcetas comunes, una especie que está experimentando una expansión equivalente a la que registra el arrozal, cultivo del que parecen depender más estrechamente que otras garzas. Identificación Es una garza de mediano tamaño, de plumaje siempre blanco, con largas patas negras a excepción de los dedos, que son amarillos, y pico largo, de color negro y en forma de daga. El individuo reproductor exhibe un par de plumas alargadas en la nuca, un grupo de plumas filamentosas y desflecadas en el pecho y el dorso y, principalmente en la época de cortejo, una pequeña área de piel desnuda situada delante del ojo, que adquiere una intensa tonalidad amarillenta (dibujo 1). Los ejemplares no reproductores carecen de los ornamentos anteriormente mencionados, y el fragmento de piel desnuda junto al ojo es, en su caso, de color gris azulado o verdoso. El joven, por su parte, es similar al no reproductor, pero con el pico algo parduzco. En vuelo es completamente blanca y adopta la característica silueta de las ardeidas, con el cuello recogido en forma de “S” y las patas estiradas sobresaliendo por detrás de la corta cola (dibujo 2). Canto Silenciosa fuera de las colonias, en otras ocasiones (principalmente en vuelo) emite una especie de ladrido ronco y sordo: wuorj o juaooj. La garceta común se distribuye ampliamente, aunque de forma discontinua, por el sur de Europa, África, Asia oriental y meridional y Oceanía. Se han descrito varias subespecies. En España La especie cría en diversos humedales y arrozales levantinos y de la cuenca del Ebro, con poblaciones que alcanzan el Cantábrico (se distribuye por Murcia, Comunidad Valenciana, Baleares, Cataluña, Aragón, País Vasco y Cantabria), así como en diversos núcleos del oeste y suroeste peninsular (Andalucía occidental, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Madrid). La invernada se detecta fundamentalmente en el cuadrante suroccidental de la Península y en las costas, mientras que se registra una presencia muy escasa en zonas húmedas y costas de la cornisa cantábrica. En nuestro territorio habita la subespecie garzetta, de distribución euroasiática y africana. - Garceta común (Egretta garzetta)
Familia Ardeidae. Huerta Otea, Salamanca. Orden: Pelecaniformes Familia: Ardeidae Longitud: 55-65 cm Envergadura: 88-106 cm En las extensiones recién fangueadas de los arrozales levantinos, catalanes, andaluces y extremeños, es bastante frecuente observar nutridos grupos de aves que menudean entre el barro a la captura de gusanos, insectos y batracios. Entre ellas se distinguen unas garzas estilizadas y completamente blancas que remueven el agua con sus patas; son garcetas comunes, una especie que está experimentando una expansión equivalente a la que registra el arrozal, cultivo del que parecen depender más estrechamente que otras garzas. Identificación Es una garza de mediano tamaño, de plumaje siempre blanco, con largas patas negras a excepción de los dedos, que son amarillos, y pico largo, de color negro y en forma de daga. El individuo reproductor exhibe un par de plumas alargadas en la nuca, un grupo de plumas filamentosas y desflecadas en el pecho y el dorso y, principalmente en la época de cortejo, una pequeña área de piel desnuda situada delante del ojo, que adquiere una intensa tonalidad amarillenta (dibujo 1). Los ejemplares no reproductores carecen de los ornamentos anteriormente mencionados, y el fragmento de piel desnuda junto al ojo es, en su caso, de color gris azulado o verdoso. El joven, por su parte, es similar al no reproductor, pero con el pico algo parduzco. En vuelo es completamente blanca y adopta la característica silueta de las ardeidas, con el cuello recogido en forma de “S” y las patas estiradas sobresaliendo por detrás de la corta cola (dibujo 2). Canto Silenciosa fuera de las colonias, en otras ocasiones (principalmente en vuelo) emite una especie de ladrido ronco y sordo: wuorj o juaooj. La garceta común se distribuye ampliamente, aunque de forma discontinua, por el sur de Europa, África, Asia oriental y meridional y Oceanía. Se han descrito varias subespecies. En España La especie cría en diversos humedales y arrozales levantinos y de la cuenca del Ebro, con poblaciones que alcanzan el Cantábrico (se distribuye por Murcia, Comunidad Valenciana, Baleares, Cataluña, Aragón, País Vasco y Cantabria), así como en diversos núcleos del oeste y suroeste peninsular (Andalucía occidental, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Madrid). La invernada se detecta fundamentalmente en el cuadrante suroccidental de la Península y en las costas, mientras que se registra una presencia muy escasa en zonas húmedas y costas de la cornisa cantábrica. En nuestro territorio habita la subespecie garzetta, de distribución euroasiática y africana. - Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Familia Laridae. Huerta Otea, Salamanca. Orden: Charadriiformes Familia: Laridae Longitud: 34-37 cm Envergadura: 100-110 cm Para el habitante de las tierras interiores de la Península, la visión de un grupo de medianas gaviotas que siguen la reja del arado o se posan en las orillas de los ríos urbanos ha dejado de ser una sorpresa. Se trata de gaviotas reidoras, uno de los láridos más abundantes y mejor repartidos en el Paleártico. El éxito de esta especie tiene mucho que ver con su capacidad para alimentarse de casi cualquier resto orgánico. Hace ya décadas, comenzó a colonizar la Península como reproductora, y como invernante es una especie en creciente aumento. Identificación Se trata de una gaviota de tamaño más bien pequeño, con un característico capuchón de color marrón chocolate, presente únicamente en el plumaje de la época de reproducción (dibujo 1). Las hembras y los machos, en apariencia idénticos, manifiestan algunas pequeñas diferencias en cuanto a sus medidas corporales, ya que los machos poseen un mayor tamaño. El plumaje varía con la edad. Así, los ejemplares adultos exhiben un diseño nupcial dominado por una tonalidad gris clara en sus partes dorsales (dibujo 2) y de un blanco puro en las ventrales, que se torna chocolate en la cabeza, donde resalta vivamente un anillo ocular incompleto de color blanco. Fuera de la época reproductora, los adultos pierden las plumas oscuras de la capucha, que quedan reducidas a una pequeña mancha en la zona auricular (dibujo 3). El pico es de un intenso rojo negruzco. Los ejemplares juveniles, por su parte, son mayoritariamente pardogrisáceos en el dorso y carecen del llamativo capuchón oscuro, si bien la cabeza no llega a ser completamente blanca, pues presenta una mancha auricular y el píleo manchado de marrón (dibujo 4). Tras sucesivas mudas, alcanzan el plumaje definitivo en su segundo año de vida (dibujo 5). Canto Presenta un registro de voces muy variado, pues emite desde melodiosas llamadas, kraa, hasta estridentes gritos de alarma, kek. Los reclamos en invierno son más altos y claros, diferentes a los realizados durante la época de cría. Ocupa como reproductora prácticamente todo el Paleártico, si bien se muestra mucho más abundante en los países del centro de Europa y algo menos frecuente en los del sur, como España o Italia, donde la especie es un colonizador reciente. Es una especie monotípica. En España Si bien la gaviota reidora no es una especie abundante como reproductora, sí cría regularmente en las zonas húmedas situadas en las costas mediterráneas, en lagunas de La Mancha, el valle del Ebro y, excepcionalmente, en otros humedales del interior y en enclaves propicios de las costas atlánticas o cantábricas. La colonia más numerosa es la asentada en el delta del Ebro, seguida por las existentes en La Mancha, Andalucía y el Levante. Falta como reproductora en las islas Canarias, Ceuta y Melilla, si bien está presente para la invernada. Durante el invierno, la península alberga a numerosas aves llegadas desde sus colonias reproductoras en Europa. En consecuencia, es una especie bastante extendida durante la invernada y muy común en nuestras costas, playas, puertos pesqueros, ríos o embalses, muchas veces asociada a la existencia de vertederos, donde busca alimento en grandes grupos. - Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Familia Laridae. Huerta Otea, Salamanca. Orden: Charadriiformes Familia: Laridae Longitud: 34-37 cm Envergadura: 100-110 cm Para el habitante de las tierras interiores de la Península, la visión de un grupo de medianas gaviotas que siguen la reja del arado o se posan en las orillas de los ríos urbanos ha dejado de ser una sorpresa. Se trata de gaviotas reidoras, uno de los láridos más abundantes y mejor repartidos en el Paleártico. El éxito de esta especie tiene mucho que ver con su capacidad para alimentarse de casi cualquier resto orgánico. Hace ya décadas, comenzó a colonizar la Península como reproductora, y como invernante es una especie en creciente aumento. Identificación Se trata de una gaviota de tamaño más bien pequeño, con un característico capuchón de color marrón chocolate, presente únicamente en el plumaje de la época de reproducción (dibujo 1). Las hembras y los machos, en apariencia idénticos, manifiestan algunas pequeñas diferencias en cuanto a sus medidas corporales, ya que los machos poseen un mayor tamaño. El plumaje varía con la edad. Así, los ejemplares adultos exhiben un diseño nupcial dominado por una tonalidad gris clara en sus partes dorsales (dibujo 2) y de un blanco puro en las ventrales, que se torna chocolate en la cabeza, donde resalta vivamente un anillo ocular incompleto de color blanco. Fuera de la época reproductora, los adultos pierden las plumas oscuras de la capucha, que quedan reducidas a una pequeña mancha en la zona auricular (dibujo 3). El pico es de un intenso rojo negruzco. Los ejemplares juveniles, por su parte, son mayoritariamente pardogrisáceos en el dorso y carecen del llamativo capuchón oscuro, si bien la cabeza no llega a ser completamente blanca, pues presenta una mancha auricular y el píleo manchado de marrón (dibujo 4). Tras sucesivas mudas, alcanzan el plumaje definitivo en su segundo año de vida (dibujo 5). Canto Presenta un registro de voces muy variado, pues emite desde melodiosas llamadas, kraa, hasta estridentes gritos de alarma, kek. Los reclamos en invierno son más altos y claros, diferentes a los realizados durante la época de cría. Ocupa como reproductora prácticamente todo el Paleártico, si bien se muestra mucho más abundante en los países del centro de Europa y algo menos frecuente en los del sur, como España o Italia, donde la especie es un colonizador reciente. Es una especie monotípica. En España Si bien la gaviota reidora no es una especie abundante como reproductora, sí cría regularmente en las zonas húmedas situadas en las costas mediterráneas, en lagunas de La Mancha, el valle del Ebro y, excepcionalmente, en otros humedales del interior y en enclaves propicios de las costas atlánticas o cantábricas. La colonia más numerosa es la asentada en el delta del Ebro, seguida por las existentes en La Mancha, Andalucía y el Levante. Falta como reproductora en las islas Canarias, Ceuta y Melilla, si bien está presente para la invernada. Durante el invierno, la península alberga a numerosas aves llegadas desde sus colonias reproductoras en Europa. En consecuencia, es una especie bastante extendida durante la invernada y muy común en nuestras costas, playas, puertos pesqueros, ríos o embalses, muchas veces asociada a la existencia de vertederos, donde busca alimento en grandes grupos.